Detrás de cada puerta hay una historia, ¿cuál es la tuya? Las puertas son el elemento esencial y fundamental de cualquier inmueble. Existen una inmensa variedad de estas, las cuales ofrecen diferentes soluciones para cada tipo de necesidad. Algunas destacan por su precio, otras por su resistencia y otras por su diseño.

Puertas de interior

Las puertas de interior pueden ser distinguidas por su sistema de apertura. Es decir, podemos conseguirlas abatibles, correderas, pivotantes y plegables. Las puertas abatibles son las más tradicionales y frecuentes, se caracterizan por formar un ángulo respecto a la pared y las podemos encontrar de una hoja o de dos. Su principal inconveniente es que requieren de un espacio despejado para completar su apertura. Por su parte, las puertas correderas también son bastantes frecuentes y su principal característica es la posibilidad de ganar espacio con ellas. Por eso son perfectas para los cuartos de baños pequeños o las estancias con espacio reducido. Tienen un sistema que va fijo a la pared o al techo. La puerta abre de forma paralela a la pared o pueden ir introducidas en la misma.

En cambio las pivotantes con puertas que giran en función de un eje vertical que utiliza pernos giratorios. Éstas se salen de lo convencional. Por último, tenemos las plegables, formadas por varias lamas que se pliegan unas sobre otras hasta permitir el paso. También permiten ahorrar espacio.

Asimismo, las puertas de interior pueden clasificarse además por su composición o materiales. Distinguiendo así entre puertas huecas (rellenas de cartón, paja u otros materiales), chapadas (puertas creadas en su interior con materiales económicos cubiertas con chapas de madera o MDF adaptada para pinturas o lacados), macizas o de aluminio (material resistente que no necesita mantenimiento).

Por su parte, los acabados de este tipo de puertas son bastante importantes y variables. Podemos encontrar acabados en crudo (sin nada), en barniz (todo un clásico), en pintura (normalmente lo hacen los propios propietarios), lacados, cristal (normalmente templados o laminados), PVC, melaninas y otros plastificados.

Puertas de exterior o entrada

Este tipo de puerta representa la tarjeta de visita a nuestro hogar. Es muy importante su elección, ya que de ella dependerá nuestra seguridad. Además, hoy día podemos unir seguridad con diseño y funcionalidad. Gracias a ello enlazamos la puerta con el resto de la arquitectura de la casa. La principal clasificación que obtenemos en este tipo de puertas es según su composición. Donde podemos encontrar las puertas acorazadas (ofrecen una mayor resistencia frente a impactos), blindadas (con chapas de acero en el interior) y macizas (puertas fabricadas de madera maciza en su interior).

En general y en cuanto a diseño, destacamos que las puertas tradicionales son las de una sola hoja o dos. Además, las puertas lisas (las más demandadas) o con dibujos, de color madera o lacadas son las más populares.