El mobiliario de nuestro cuarto de baño es uno de los elementos más importantes junto con el tipo de azulejos, el color de la pintura o el diseño del papel pintado. Por ello prestamos bastante atención en el modelo a escoger a la hora de hacer la reforma. Y casi siempre nos surge la duda de si obtener un mueble de baño suspendido o con patas.

Según nuestras necesidades y las de nuestro baño, nos convendrá escoger un tipo de mueble u otro. Por ejemplo, los muebles de baño suspendidos son tendencia desde 2014 por su toque original y de diseño. Cuentan con una serie de características que los hacen bastante populares. Liberan el espacio de la estancia, debido a esa ausencia de patas. Por lo que es perfecto para los baños pequeños. Otra de las ventajas es que facilitan en gran medida la limpieza del baño. Esto es porque permite limpiar el suelo y las juntas sin ninguna dificultad. También aportan sensación de ligereza, lo que contribuye a conseguir esa sensación de amplitud tan deseada en los cuartos de baños pequeños. Además, son perfectos si lo que queremos es tener parejas de elementos, es decir, doble lavabo, mueble y espejo.

Los muebles de baño con patas ofrecen, por otro lado, diferentes características que quizás se ajusten mejor a nuestras preferencias. Una alternativa tradicional con un toque moderno. Son perfectos porque crean un punto de atención en nuestro cuarto de baño. Convirtiéndose así en el foco visual de la estancia. Para ello, escoger un mueble con patas de diseño original y llamativo es perfecto si lo que queremos es convertirlo en el protagonista de la estancia. Este tipo de muebles no necesita de una pared robusta que soporte el peso, serán las cuatro patas las que hagan de apoyo.

Si después de leer este artículo sigues dudando entre una opción u otra, contacta con nuestros asesores comerciales. Ellos se pondrán a tu entera disposición para ayudarte a realizar tus proyectos.