Nos encanta que nuestra casa reluzca limpia y brillante. Esto nos proporciona una sensación de confort maravillosa que hace que nuestro hogar sea completamente acogedor. Es cierto que por estética, por tendencia y por luminosidad, la cerámica brillante es la más demandada. Pero también es la más difícil de mantener limpia. Esta tarea no es complicada, pero hay que realizarla correctamente. Por eso hoy os dejamos algunos trucos sencillos y caseros que podéis aplicar para realizar esta actividad correctamente. Así, tu casa brillará con luz propia y tus azulejos nunca volverán a verse apagados.

Alcohol de quemar, agua y amoniaco

Esta combinación de productos, en partes iguales, deberás introducirla en un pulverizador. Con el que pulverizarás los azulejos de cocina y baños en su totalidad. Después, pasarás un trapo seco sobre la superficie mojada. Automáticamente, devolverás el brillo a la cerámica.

Vinagre y agua

El vinagre es uno de los mejores remedios caseros para limpiar casi todo. En caso de los azulejos nos ayudará para eliminar restos de cal y suciedad. Empapa un algodón con vinagre puro (reducido con un poco de agua) por los azulejos de baño y cocina. Esta mezcla hará que tus azulejos brillen como el primer día. Son productos naturales, por lo que no tendrás que rociar tu hogar de químicos. Pero, recuerda secar bien esta mezcla para evitar que toda la casa huela a vinagre. Asimismo, ventila muy bien la casa cuando hayas acabado de limpiar la estancia.

Bicarbonato y sal

Este remedio también es muy efectivo. Sólo tenemos que preparar una mezcla de partes iguales de agua, bicarbonato de socio y sal. Mézclalo todo correctamente y aplica la pasta que hayas formado con una esponja sobre los azulejos. Frota bien y luego retira la mezcla con agua. Devolverás así su brillo original a los azulejos.

Pasta de dientes

Aquellas pasta de dientes que tienen fórmula blanqueadora con bicarbonato también son buen remedio casero para recuperar el brillo de nuestra cerámica. Tan sólo hay que expandir la pasta en un cepillo o esponja y frotar fuerte. Para aclarar puedes pasar agua fría por la zona y listo.

Si pruebas alguno de estos trucos, te animamos a dejarnos un comentario para contarnos tu experiencia.

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