El blanco o los tonos más claros de la paleta fueron tendencia en el 2017 y siguen siendo muy populares por sus ventajas atractivas. Son, además, colores típicos del estilo minimalista para dar armonía a los espacios.

Crear sensación de amplitud, mayor luminosidad, aportar frescura, orden y paz al ambiente son características que la mayoría buscamos para la decoración de nuestra casa. Huimos de los espacios pequeños con poca luz. Los cuales nos persiguen si vivimos en pisos de entre 50 ó 70 metros cuadrados. Por ello, optamos por escoger tonalidades claras para nuestro hogar.

Si queremos que nuestro salón, nuestro dormitorio o nuestro baño ganen protagonismo, optar por la decoración en blanco es la mejor opción. Este color hará que todos los elementos decorativos que tengan color resalten mucho más. Porque nuestro ojo necesitará un punto focal al que dirigirse. Reforzando así cualquier otro color que se incorpore en el ambiente. Por eso, saber equilibrarlos es muy importante en este tipo de decoración.

El frescor y la luminosidad son las principales características de este color y más aún si se encuentra en un ambiente con luz natural. Además, los espacios decorados con esta tonalidad transmiten vitalidad y enriquecen el ambiente.

Así pues, las tonalidades claras son una gran apuesta para los baños pequeños y oscuros. Ya que permitirán reflejar la luz aportando amplitud al espacio. El resultado, por tanto, será un espacio vivo y muy agradable.

Aquí os dejamos una propuesta de cuarto de baño, donde las tonalidades claras toman gran protagonismo.